Amanecer utópico

El amanecer es sin duda alguna la mejor manera de acabar la noche. Antes de quedarme absorto con aquél espectáculo matutino estuve con Jimmy y unas cinco o seis chicas. Estuvimos charlando toda la noche acerca de nuestros viajes y jugando a cartas.  Fué divertido sentirme rodeado de mujeres, me sentía bien. No todos los días uno se sienta en una hayma y menos con tantas mujeres. El lugar era entrañable, era un restaurante especializado en comida Malaya e India, decorado con globos de colores como si de una fiesta de aniversario se tratara. Lo regentaban dos mujeres, como no, de origen indio. El local también contaba con una mesa de billar primitiva, con el tapete desquebrajado y unos palos de bambú improvisados a modo de palos de billar.

Londres y su bello clima eran cercanos para Jimmy, él había nacido en la ciudad del majestuoso Támesis. Su aspecto anglosajón era innegable, piel nívia y unos ojos de color índigo eran su máxima expresión, un aspecto duro y una sonrisa de oreja a oreja contrastaban en contradicciónes, mientras que su acento londinense era de agradecer a la hora de discutir con él temas tan variados que en definitiva y de alguna manera, me hacían cercano a él.

Es dificil explicar este momento, seguramente  me tacharan de loco o de alchólico. Es todo lo contario. Jimmy y yo discutimos los problemas básicos de la humanidad, sonará a típica conversación de borrachos pero creo firmemente que no es así. Cuando uno toma drogas psicoactivas abre su mente en otro nivel. Nuestro subconsciente toma consciencia y abre las puertas a otro nivel de conversación. Esa conversación profunda e inquietante que nos tiene en vela por días y no les prestamos atención al principio. Es divertido escribir en este estado. Creo firmemente en el hecho de que el poder ha de ser utilizado para el bien de las personas, lo más importante. La humanidad se está destruyendo a sí misma con conceptos como la prima de riesgo, los mercados y la avarícia de unos pocos que no piensan en el beneficio común de la sociedad. El dinero fué creado en un principio para facilitar el consumo, ahora se ha convertido en una arma capaz de destruir nuestro mundo. No me considero anarquista pero muchas ideas que radican en él me hacen cercano a ésta ideología.

Nuestra sociedad está cambiando, la gente está despertando de la trampa que los mercados internacionales, como la gente que ostenta el poder sin utilizarlo en conveniencia con la situación actual en la que vivimos. Nuestra situación es muy complicada, nos dicen. Y nosotros nos lo creemos.

Cambiar esto esta en nuestras manos. No será hoy ni tampoco dentro de unas semanas, pero los hijos de nuestras generaciones serán educados para evitar este sistema que utiliza a la mayoría para el beneficio de unos pocos.  La historia la escriben los  vencedores, ganemos esta batalla interna para el beneficio común. Ese mi gran deseo.

Se hizo de de día,  conversaciones utópicas en un amanecer lleno de nuevas esperanzas.

Empieza un nuevo día.